¿Un mar de infinitas lágrimas?
¿Una voz silenciada y mutilada?
¿Unos ojos ciegos e hinchados?
Daría fe y esperanza si la tuviera
Te abordaría si pudiera
Soy un roto reloj de arena
de fugas incontenibles
Inmerecida condena
al final más predecible
Dejaré de hablarle a la noche
y llorarle por los rincones
Tardía la dicha
que larga despotrica
Mi amiga
No quiero llamarte amiga
Tan fría y altiva
Te burlas de mí
con tu lozano porte
Pues sabes que no me atrevo
ni a decir su nombre
¿Dime que puedo ofrecerle?
¿Cabellos enmarañados
y pasos descalzos?
¿Mustios menesteres
o un temple a punto del quiebre?
Mi amiga
No quiero llamarte amiga
He de nombrarte dicha
o desdicha
Da igual, pues hoy
eres la misma
Amiga mal dicha
Cuéntale a la noche
de este mi ultimo reproche
He de pisar los rotos cristales
y que causen heridas fatales
He de usar cada una de mis voces
en una última oración
para frenarme de temores
y romper este reloj
¿Dime que puedo darle?
Si no puedo ni mirarle
Me doy cuenta que la montaña
esta fuera de mi alcance
Y soy sólo la sirena
al otro lado del arrecife
Atormentada por el hombre
al otro lado del abismo.
Febrero 13 de 2012